Los premios
Homenaje culinario a la patata del Valle Gordo
Posada de Omaña consigue rescatar las viejas recetas y exhibirlas innovaciones en su Concurso Gastronómico de la Patata
15/08/2010 MARCELINO CUEVAS
Para un pequeño pueblo perdido en la inmensidad montañosa de Omaña, un acto social que es capaz de reunir a sus habitantes y, además, de conseguir que participen activamente, es realmente importante. Por eso cada edición del Concurso Gastronómico de la Patata del Valle Gordo crece en interés, a la vez que se consolida como uno de los festejos importantes en el calendario anual de Posada de Omaña.
Cada vez son más las entidades que colaboran a la brillantez de este certamen culinario, que intenta rescatar las viejas recetas y, también, crear platos innovadores que rejuvenezcan y actualicen culinariamente las históricas patatas del Valle Gordo.
Al certamen concurren especialmente vecinos de la entidad convocante, Posada de Omaña, pero también de los pueblos vecinos, como Vegapujín, Cirujales y Torrecillo, que quieren poner sobre la mesa las mejores recetas de sus cocinas.
El pueblo de Posada de Omaña
Posada de Omaña es un pueblo pequeño que ya ha perdido buena parte de sus características arquitectónicas. Pero en sus calles aún pueden contemplarse balconadas y corredores de madera que recuerdan tiempos pretéritos. Los principales elementos de sus construcciones son la piedra y la pizarra, pero en las formas de sus tejados se muestra que una buena parte de cuadras, pajares y otras construcciones, hasta los años sesenta del pasado siglo, tuvieron sus techumbres de paja de centeno.
Ya se sabe que en aquellos momentos, y ante una ola de incendios, el Gobernador Civil, decidió que las edificaciones con tejados de paja pagaran un canon especial. Por eso las típicas techumbres se trocaron en antiestéticos tejados de uralita, sin ninguna gracia, que aún persisten.
Cuenta Sagrario Calzón que el «modelo de casa tradicional predominante en la zona presenta planta rectangular y desarrollo en altura con el fin de obtener más espacio y separar el ganado de las personas. En la planta baja se sitúan diferentes cuartos a modo de despensas, el arranque de la escalera al piso superior y la cuadra o corte, situada bajo los dormitorios por ser fuente de calor. El piso principal cuenta con sala, dormitorios y cocina. La cocina era el principal espacio de la casa en ella se cocinaba, se amasaba el pan, se curaba la matanza, se calentaba la familia y se contaban cuentos e historias. Contaba con el llar en del centro hecho de losas con un recerco de madera y con el horno una esquina».
Según Calzón, «las casas bien tenían balcón con corredor que con el tiempo pasará a convertirse en galería cerrada con cristales. Se trata de una arquitectura meramente utilitaria, los edificios rara vez tienen elementos ornamentales, que en su caso se reducen a decoración tallada en corredores, puertas o ventanas, pudiendo presentar motivos geométricos o en su caso cruces con el fin de proteger el interior de la casa, la familia, la cosecha y el ganado».
Así es este bonito pueblo que hoy mismo celebra su romería al santuario de la Virgen de Peñafurada, ubicada entre Posada de Omaña y Tremor de Arriba, en el límite entre El Bierzo y las tierras de la montaña central leonesa. Y mañana, la tradicional fiesta de San Roque con la entrega de bollas de pan a los asistentes.
El Concurso Gastronómico de la Patata de 2010-08-12
Mari Luz González, la presidenta del pueblo, junto con la alcaldesa de Murias de Paredes, fueron la representación política en un certamen al que se presentó una veintena de platos de las más diversas elaboraciones. Desde unas sopas con patatas contundentes y deliciosas, hasta una increíble tarta de patatas y chocolate, pasando por innovadores bocadillos de tortilla pasados por el horno, o pinchos de tortilla de patata acompañada de picantes ingredientes, o sugerentes nidos de patatas con delicados huevos de codorniz. Todo un abanico culinario que sale de lo más profundo de los hogares de esta tierra. Todo un espectáculo.
El jurado del concurso estuvo formado por la directora de Caja España en Murias de Paredes; Ramón Villa, presidente de la Academia Leonesa de Gastronomía; Javier Carlón, director de la sección de restauración de El Corte Inglés; junto a otros expertos.
Homenaje a la patata en el Valle Gordo
Se celebra con enorme éxito el Concurso de Tapas de la Patata en Posada de Omaña
17/08/2008
MARCELINO CUEVAS
Posada de Omaña es un maravilloso pueblo escondido entre las cumbres que rodean el Valle Gordo. Un enclave en el que en invierno apenas queda un puñado de habitantes, pero que en verano estalla en fiesta porque todos sus hijos, en este caso muy ilustres, vuelven a sus lares para espantar la añoranza. Y en este pequeño pueblo leonés hemos asistido a un entrañable y sorprendente concurso gastronómico. Carmen, la alcaldesa de Murias de Paredes, a cuyo ayuntamiento pertenece Posada, dio carta blanca a Mari Luz, presidente de la Junta Vecinal del pueblo, para que organizara el evento, e hizo bien, porque Mari Luz ha conseguido un concurso de un nivel inimaginable, sobre todo teniendo en cuenta que no se trataba de reunir a profesionales, sino a las cocineras y cocineros del valle. Asusta la participación en este Primer Concurso de Tapas con Patata del Valle Gordo, una treintena, pero lo que a todos impresionó vivamente fue la original y perfecta elaboración de los tapas y, especialmente, su presentación. Se trataba de hacer un homenaje a la proletaria patata, cuyo año estamos celebrando. Y salió redondo. Hubo premios para nueve de los platos presentados, todos ellos, como decimos, elaborados con patata, llevándose el primero una enorme tortilla de puerros (enorme por lo exquisita), servida de forma majestuosa sobre un laja de pizarra, que dejó claro que los grandes manjares suelen basarse en la sencillez. Y entre los presentados recordamos unas contundentes patatas con corzo, unas sensacionales tortillas aderezadas con hierbabuena y otras plantas de la comarca, unas estupendas trufas dulces basadas en la patata, patatas con queso de cabra, patatas soufflé con huevos fritos¿ Una sucesión de platos a cada cual mas sugerente que metieron al jurado en un gran compromiso a la hora de decidir cuales serían los premiados. Naturalmente el experimento parecía de antemano condenado a no volver a repetirse, muchos agoreros decían que de ninguna manera podía ser un éxito. Pues bien, se equivocaron, la primera edición del certamen ha sido un triunfo, una loa a la originalidad culinaria, un enaltecimiento de la gastronomía de una de las comarcas más bellas de la provincia leonesa y una delicia para los que tuvimos la oportunidad de degustar los deliciosos platos elaborados con la patata como protagonista. Carmen, la alcaldesa de Murias, dejó claro que el concurso se convertirá en permanente y que cada año, cuando llegue el siempre esperado momento de las fiestas patronales, las vecinos de Posada de Omaña, volverán a reunirse alrededor de la improvisada mesa, para disfrutar de las delicias que sus cocineras y cocineros presenten al concurso. Las humildes patatas de Omaña, variedad verdaderamente exquisita, ya tienen un concurso dedicado a ellas que volverá cada año, aunque ya no sea el Año Internacional de la Patata. De verdad, enhorabuena a todos los cocineros y gastrónomos de Posada de Omaña.
