La tradición leonesa reina en Cataluña... Y cómo no...La gastronomía....

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La tradición leonesa reina en Cataluña

El Museo Etnológico de Barcelona vive un curioso 'dilio' con León, al que dedica ciclos y hasta un cedé de nanas populares

28/03/2011 e. gancedo | león

«Había muchos leoneses aquí en Barcelona que llevaban tiempo buscando la manera de recuperar el contacto con su tierra y de llevar a cabo actividades relacionadas con su cultura, y al final, casi por casualidad, encontraron la fórmula». Así se expresa Enric Miró, jefe de Exposiciones y Difusión del Museo Etnológico de Barcelona, un centro que lleva casi un año abriendo sus puertas a lo leonés con conferencias, jornadas y actividades que están registrando un éxito y una afluencia de público mayor de los esperados. Tanto, que a los filandones, charlas, música tradicional y juegos infantiles organizados se añade ahora la edición de un disco de nanas leonesas que se presentará muy pronto.

Miró ya conocía esta tierra gracias a sus visitas a la zona de la que es oriunda su esposa, Veguellina de Órbigo, pero no fue hasta 2009 cuando el músico y luthier Fran Allegre, que ofreció un concierto en el centro, le presentó a dos leoneses residentes en Barcelona que son grandes conocedores de la tradición del viejo reino: Melchor Fernández y Virgilio Rey. Fueron ellos quienes hicieron de enlace con otros 'paisanos' en Cataluña para mostrarles las posibilidades que ofrecía el museo. Por ejemplo, en febrero de 2010, en la fiesta de presentación de la Associació d-™Amics de l'Etnològic, Melchor y Chema González tocaron música tradicional y hablaron del Reino de León ante los casi 200 participantes en el evento. «Al mes del acto, este grupo de leoneses pidieron concretar posibles formas de colaboración. El director, Josep Fornés, y yo mismo, les ofrecimos el museo pero poniéndoles unos 'deberes', como hacemos con todas las demás asociaciones colaboradoras», explica Miró, añadiendo que ya en noviembre de 2010 se comenzó a recoger ese patrimonio oral todavía vivo aunque sea lejos de casa, «memoria de la emigración le llamamos», y que las canciones de niños fue el primer tema elegido para el trabajo de campo. «Con la sanabresa Antonia Coco grabamos un montón de canciones que hacía muchos años que no cantaba», un magnífico material que, elaborado en forma de disco, se presentará en el museo el 30 de abril, «aprovechando que otro leonés, Carlos Santos, viene a explicar el valor del patrimonio tradicional como herramienta didáctica y su experiencia personal en la escuela de Villoria», comenta.

Además, en estos pocos meses ya se ha depositado en el museo un archivo de fotos familiares en blanco y negro cedidas por este activo grupo de leoneses que pronto tomó forma y nombre: el colectivo Albentistate ('al descubierto', 'a la intemperie', en leonés). Y así, la relación entre el Museo Etnológico y Albentistate ha dado como fruto conciertos divulgativos de música leonesa; un insólito taller de Hip-Jot a, «uniendo música popular y hip hop, con un completo overbooking de entrada», avisa Miró; un filandón «de cinco horas, 42 asistentes y lista de espera para la próxima» en la que hubo, repasa el director de exposiciones, «introducción histórica, filar, hacer cestos, juegos, sopas de ajo, empanada de chorizo y roscas de sartén con orujo y café de pota. Después, canciones y música con rabel, acordeón, pandero, chifla y gaita, cuentos, historias de lobos... para acabar una hora más tarde de lo previsto con un taller de jotas». A las actividades realizadas hay que sumar otro filandón de tres horas celebrado en la bibloteca municipal de Parets del Vallés, «con gran afluencia de público y donde se pudo ver y preguntar sobre filar, hacer madreñas, se entonaron canciones... sin contar el gran éxito de la parva».

Observa Enric Miró que los asistentes a este tipo de actos «eran algunos leoneses, pero la mayoría catalanes» y que nota en ellos «mucha curiosidad» ante una tierra «poco o nada conocida». «Hemos constatado con sorpresa -"asegura-" la personalidad y riqueza de su patrimonio, pero también que hay paralelismos con Cataluña y con otras realidades culturales de la península; con gusto comprobamos detalles gastronómicos que nos llevaban a hablar de la importante presencia del Reino de León en América, así como vocabulario cotidiano que usamos, de raíz leonesa, creencias o leyendas. El interés despertado ha sido tan grande que nos ha llevado a exportar este tipo de acciones fuera del museo, participando, por ejemplo, en bodas tradicionales leonesas. ¡Y ya estamos programando el curso 2011-2012!».