Espaldarazo de Paradores a los productos del Bierzo
Martínez exalta la variedad y la calidad de la materia de la tierra
15/04/2011 Pacho Rodríguez | madrid
El presidente de Paradores, Miguel Martínez, con el jefe de cocina de San Marcos, Agapito Cristóbal,
raquel p. vieco
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15/04/2011
El poderío del Bierzo triunfó ayer en el Parador de Alcalá de Henares, en un acto de presentación de sus productos y en el que quedó claro que contundencia y sutileza, evolución y tradición, también casan de manera perfecta a la hora de degustar sus caldos y productos. Bien es cierto, que esta presentación en directo tenía un anfitrión de lujo, con denominación de origen de Toreno, en la figura de Miguel Martínez, presidente de Paradores, gran artífice de la promoción que los establecimientos de Paradores harán en sus menús con los productos bercianos.
Pero el vino berciano, los pimientos asados, la pera conferencia, la manzana reineta, y el todopoderoso botillo, fueron la materia prima que impone sólo con su presencia. No obstante, también acudieron ayer a la cita en el ultra moderno Parador de Alcalá («Parador del siglo XXI», lo definió Martínez); Alfonso Arias, presidente de la Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) del Botillo del Bierzo, Óscar Ramos; el de la IGP del Pimiento Asado, Pedro García; el presidente de la Denominación de Origen Manzana Reineta, Ángel Garnelo, y Eugenia Alba, en representación de la marca de garantía Castaña del Bierzo y Pera Conferencia. Asimismo, estuvo presente el presidente de la DO Bierzo Alfonso Arias. Junto a ellos, sus correspondientes directores técnicos.
El presidente del Consejo Comarcal de Bierzo, José Luis Ramón, como otro gran anfitrión de una jornada que reunió a un centenar de asistentes, muchos de ellos leoneses y bercianos, mostró que su cargo no le resta pasión a la hora de promocionar su tierra. Ramón aseguró que el Bierzo era como una casa, su casa: «Es con forma de olla, eminentemente rural, con entornos urbanos. Es una casa en la que hay bullicio y tranquilidad, con 135.000 personas que viven allí y con 7.000 de otros países», relató, como forma de demostrar que lo que allí se degustaba procedía de una tierra bella, digna de ser visitada.
Botillo con sorpresa. Ya entonces, alguien comentaba: «Yo, si dan botillo, me quedo». Y lo que Agapito Cristóbal, jefe de Cocina del Parador, preparaba para los asistentes era botillo. Pero con sorpresa. «Queremos mostrar que los productos del Bierzo se pueden tomar de muchas formas sin perder su esencia». Y como los cocineros son magos, Cristóbal se sacaba de la chistera pinchos que eran versos: Pincho de botillo en frío con pan candeal y boletus confitado, y cosas así. O arroz con botillo. O botillo asado sin huesos. O sea, que se quedó.
Miguel Martínez, presidente de Paradores, se mostró también entusiasmado de tener a su tierra en los platos de sus establecimientos. Incluso recurrió a juegos de palabras con los nombres de los pueblos bercianos. Eso sí, excusándose con los que aún desconocen el Bierzo. De esta manera, Martínez relataba: «En Congosto, pinga el mosto», o «Dios me libre de la gente de Bembibre», y también: «Orellán, peras tiran, peras dan». En realidad, se trataba de demostrar que una tierra como la berciana, en la que se puede encontrar una seña de identidad común, también existe una variedad que enriquece y deslumbra a sus visitantes.
Además del patrimonio y demás virtudes turísticas, que también se habló, las mesas que mostraban los productos bercianos dejaron claro que hay una esencia berciana, como dijo Miguel Martínez, y que es la que hace que después de pasar León, antes de llegar a Galicia, hay un lugar llamado el Bierzo, que es realismo mágico de los cinco sentidos.
