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Aunque sea tapa, nada oculta
La hostelería leonesa se une para exhibir hasta el día 28 las excelencias culinarias de los pinchos leoneses
20/11/2010 miguel ángel zamora | león
«La tapa, al principio, se depositaba sobre la boca de la jarra o vaso servido, por lo que tapaba el recipiente: de ahí el origen de la palabra. Servía para acompañar la bebida y para evitar que algún visitante volador entrase en el preciado líquido. En aquellos tiempos la tapa consistía en una loncha de jamón o en rodajas de chorizo o de otro embutido y, a veces, era sustituido por una cuña de queso».
Poco ha cambiado el propósito desde el origen del invento por antonomasia en la gastronomía leonesa desde que en sus inicios se le diese el uso que relata el díptico elaborado por el Ayuntamiento de León para promocionar la Feria de la Tapa, que hasta el próximo día 28 de noviembre reúne a 41 establecimientos de la capital.
«Se asegura que fue el rey Alfonso X El Sabio quien dispuso que no se sirviese vino si no era acompañado de algo de comida. Esto evitaba que el vino subiese rápidamente a la cabeza». Y con las mismas, al precio de 2,40 euros incluyendo vinos de la Denominación de Origen Tierra de León, Bierzo o cañas de cerveza, una granada y selecta representación de los bares y restaurantes o cafeterías de la capital ofertan al cliente por cuarta vez en la historia las excelencias de la Feria de la Tapa, bajo el sello de la Asociación de Hosteleros del Barrio Húmedo, del Barrio Romántico y la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo.
El certamen lleva el nombre de Carlos Cidón, el insigne cocinero que llevó el aurea de los fogones leoneses más allá de las fronteras provinciales, en reconocimiento a su legado y a la labor que dejó antes de su triste desaparición.
Colaboran en la iniciativa Gordonzello Peregrino, Bodegas Vinos de León (Vile), palacio de Canedo, Tampesta, Bodegas Los Palomares, Vega Montán, Godelia, Castro Ventosa, Pardevalles, Villacezán, El vino de los Cónsules de Roma, Vinos del Bierzo Sociedad Cooperativa, Dominio de Tares y otras, que se suman con entusiasmo a la iniciativa.
Cada una de las tapas se sirve al precio de 2,40 euros acompañada de un vino con Denominación de Origen de la provincia o bien con cerveza, en lo que se ha convertido ya en un clásico de la gastronomía local.
«En León, la zona de tapas por excelencia es el Barrio Húmedo, casco antiguo, y corazón señero de esa institución de la generosidad de los taberneros locales que es la tapa leonesa, pero también hay otras zonas como «El Burgo Nuevo», «La Inmaculada», «Eras de Renueva» y demás. Conviene moverse por el centro histórico y así saborear al mismo tiempo que las tapas, las calles de la ciudad», recomienda desde la red el portal especializado Vinos y Tapas».
«El transeúnte en León visita el bar en función de la tapa que ofrecen, los taberneros son generosos y se ha establecido una muy sana competencia por obtener el reconocimiento del público a dicha generosidad. Es recomendable en cuanto a los caldos ceñirse a la cata de los de la tierra como son los excelentes y únicos claretes de la variedad «Prieto Picudo» oriunda de la zona, los nuevos tintos elaborados con esta misma variedad merece la pena catarlos, y por supuesto los tintos del Bierzo que en los últimos años están desarrollando verdaderos prodigios. En León aún está al uso la medida del -œcorto-, tanto para cervezas de barril como vinos, de tal manera que esta reducción en la ingesta alcohólica puede ayudarnos a ampliar la experiencia y el número de visitas a tabernas».
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